El Doble, grabado de Sebastián Fund [Colografía - Placa 50 x 40 cm.] |
CUÁNTO VALE
¿Qué es lo que
vale tu vida? pregunta el loco. Yo respondo: vale el odio y la oscuridad dentro
de nuestros seres. Y él gritando dice: ¿y si vale el odio cuanto es que vale el
odio? Yo sin titubear: vale lo que vale la mano del asesino, vale la acción de
arrancar un corazón y comérselo. ¿Y cómo
sabes que vale eso? Pues es obvio, porque yo en sí no valgo ni un poco. ¿Cómo lo
sabes? Porque fui pesado, medido y me han encontrado inservible. ¿Y quién lo ha
hecho? No sé, sólo tú lo sabes.
Y callado se fue para su casa dejándome en esta
oscuridad sentado y sin respuesta, gritando a los cielos, parado en una nada
absoluta, pensando en lo que pudo ser o en lo que puede ser la vida de este
pobre loco que ha sido abandonado, desechado y humillado por su misma
existencia. Parado en frente mío estoy yo, de la forma más asquerosa soy
devorado por mí mismo.
David
Ríos
Institución
Educativa Emiliano García, 10.
EL ÁMBAR
En una aldea muy lejana, había un hombre llamado Leónidas. Este hombre era un guerrero respetado por casi todos los hombres del lugar. Un día, en la aldea, se presentó una guerra contra la tierra prometida. Cuando Leónidas se fue a la guerra, se dio cuenta de que sus enemigos querían el más valioso tesoro de su pueblo: el Ámbar, una piedra hermosa que vale más de mil tesoros.
El guerrero luchó con constancia por su pueblo, y se dijo: “Debo luchar como inmortal”. Cuando su pueblo terminó la guerra, salió victorioso; entonces, sonó una melodía en la cabeza de Leónidas que le decía: “Rescata el Ámbar; apúrate, no queda mucho tiempo”. El hombre corrió en soledad, sin que nadie lo acompañara. Cuando llegó por el Ámbar, otra melodía decía: “Protege el Ámbar”. El hombre vivió su vida protegiéndolo, luchó hasta el final y murió con él, y este pasó de generación en generación en su familia y nunca se perdió. El pueblo nunca tuvo algo más poderoso que el Ámbar.
Juan Esteban Arias Correa
Institución Educativa Manuel José Sierra, 7-02
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