TEJIENDO LAZOS INTERCULTURALES
El objetivo primordial de Literardota y Otras Letras, consiste en “generar
procesos formativos para niños y jóvenes a partir de la experiencia de la
lectura y la escritura en sus diferentes modos y formatos a fin de fomentar la
sensibilidad, la imaginación, la creatividad y la autonomía en tanto potencialidades humanas”. El
desarrollo de este objetivo acontece en los Hogares Comunitarios y en las
Instituciones Educativas.
No obstante, más allá de este objetivo y
de estos espacios, el proyecto, abierto a la comunidad, se ha propuesto
paulatinamente tejer múltiples lazos con
diversas experiencias en el ámbito literario.
Algunas han sido: la participación en el Encuentro Internacional de
Editores Independientes donde la revista Otras Letras realizó una ponencia y el Encuentro de
Escritores organizado por la misma revista, que tuvo como invitados a Pedro
Arturo Estrada, Germán Sierra, Luis Fernando Macías y Javier Naranjo. Asimismo, experiencias literarias a través de las concepciones
y vivencias de la palabra en algunas comunidades indígenas de Colombia, país de
maravillosa riqueza patrimonial en lenguas nativas.
En este sentido, Literardota y Otras Letras ha tendido
puentes que posibiliten si no un diálogo intercultural, sí una escucha, un encuentro con otras culturas y experiencias, podríamos decir literarias, en tanto
que guardan palabras salidas desde el corazón mismo de la tierra. De tal suerte que se han erigido como tradiciones orales milenaria, ancestrales, que preservan la memoria
y la cultura de naciones enteras; en este contexto y en este sentido es que se habla de que han echado raíces literarias muy profundas.
En 2010 se invitó a Ludovico Villafañe, mamo de
la comunidad Ika de la Sierra Nevada de Santa Marta. El jueves 3 de Octubre de
2013 se invitó a Freddy Chikangana, poeta indígena de la nación Yanakona Mitmak
(“gente que sirve mutuamente en tiempos de oscuridad”)
del suroriente del Cauca, a un recital en la plazoleta de la Casa de la
Cultura de Girardota. Música andina y
poemas en lengua fueron el centro de este encuentro nocturno. Su nombre en lengua indígena es Wiñay Mallki, que significa “raíz que
permanece en el tiempo”.
Entre los trabajos de su autoría
tenemos: Cantos de amor para ahuyentar la
muerte; Yo Yanacona, Palabra y memoria; El colibrí de la noche desnuda y otros
cantos del fuego; y Espíritu de pájaro en pozos del ensueño, publicado por
el Ministerio de cultura en su colección “Biblioteca Básica de los Pueblos
indígenas de Colombia”.
-“La poesía que hago sobre todo surge de esa memoria de origen que ronda
en nuestro ser, no como una cuestión de nostalgia por el pasado indígena, sino
como la manera de nombrar los elementos mágicos que se esconden en cada espacio
vivido, los sueños, los anhelos y la lucha por la permanencia de mi gente.
Vienen los cantos además desde los espacios sagrados que me ha tocado vivir: La
tierra, la chagra, la casa, el fuego, la montaña, los ríos, el rumor del
viento, pero también desde las imágenes que se entrecruzan entre lo rural y lo
urbano que hemos aprendido a llevar. Mi poesía es un reencuentro con la vida y
la muerte al lado de mi gente; es una continua interrogación sobre nuestro paso
por este mundo, sobre el mandato de nuestros muertos frente a las grandes
oscuridades que a cada momento nos obligan a caminar con cautela, pero también
a la responsabilidad que tenemos con la madre tierra. Escribo porque es una
forma de sentirme en calma frente a tanta locura y barbaridad, frente a las
injusticias que tocan nuestro ser, escribo para que mi gente guarde en buen
baúl la memoria, para que los niños de cualquier cultura puedan vivir, soñar y
construir con nosotros, escribo y canto para encontrarme conmigo mismo en
cualquier ciudad, escribo para regar palabras sobre la madre tierra sin más
pretensión que llegar a muchos corazones despiertos y a los que hay que hacer
vibrar. Finalmente hago poesía por que vive en mí la serpiente del río Yanakuna
y los pájaros de colores que a cada instante me tocan con su misterio, los
cantos de los abuelos a la orilla del fuego y las preguntas que alguien me hace
desde el corazón en cualquier rincón de esta tierra.”
-“La poesía es la aguja que permite tejer hermosos trajes de colores, es
esa vasija de agua donde anidan las estrellas, la poesía es la fuerza
transformadora del espíritu y solo busca tocar el corazón humano para rescatar
la capacidad de asombro por el mundo, para aportar a esa transformación. Y si
eso se va a dar, bienvenida la emancipación de la palabra, y si no será nido y
memoria para aquellos que nos han de reemplazar en esta corta jornada por la
vida”.
-“La poesía es compromiso con la esencia de la vida. En la medida que
nombramos el mundo, en la forma como creamos o recreamos imágenes, en la
manera como nos acercamos a los posibles e imposibles, a los
poderes que atan este universo, a las fuerzas que nos
permiten volar y hacer volar, en fin, condensamos un destino común con la
madre tierra: permanecer , trascender, despertar, tocar, inundar de
belleza, brindar agua para refrescar el espíritu, ir a la médula humana
para saber que somos sangre de la misma tierra, somos todo y nada, somos
aquello que nos permite respirar mucho más hondo”.
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