domingo, 10 de junio de 2012

NO ES FÁCIL ESCRIBIR


Por: Carlos Castro Saavedra

Hay que aceptar, en principio, que es difícil cantar, barrer, tomar los alimentos, leer una novela, caminar, buscar acomodo en los vestidos y los buses, responder a los niños las preguntas que hacen y aprender las lecciones de los ríos, los árboles y las estrellas.

Todo cuesta trabajo. Hasta ver que amanece o que anochece, hasta decir a alguien que parece que va a llover y anudar los cordones de los zapatos.

También escribir es un duro ejercicio, una tarea que duele, una especie de terca y confusa agonía que no puede evitarse, sobre todo los días en que se pierden las palabras en sus extraños reinos interiores y no es posible dar con ellas, aunque se busquen con ahínco y se llamen con gritos suplicantes.

Es como si las venas se cerraran e impidieran el paso de la sangre, como si los desiertos invadieran la vida con sus inmensos arenales, su soledad sin límites y su calor insoportable.

Seca el alma, lo mismo que la frente y que la boca. La sed avanza por la piel y por debajo de ella, y una fiebre que todo lo calcina, achicharra los sustantivos, y los adjetivos y los verbos, mientras las quemaduras se propagan por toda la existencia.

Pesados los temas, como rocas o muertos del tamaño de montañas, los continentes y los mares. Un paso y después nada, otro paso y el cuerpo sepultado en el suelo, en el barro, y en el polvo de los caminos más estrechos.

Se tiene la impresión de que por dentro sólo moran abismos y se derrumban, con el paso del viento, pueblos abandonados. Parece que la rosa pensada tercamente se marchita en el fondo del cerebro cuando apenas comienza a brotar de la sombra y a levantar su primer pétalo.

En suma, pues, no es fácil escribir, dejar en el papel los pensamientos, los sentimientos y los sueños, como dejan los caminantes, tras sus pasos, las huellas de sus pies, en el piso mojado por la lluvia o por la sangre de los genocidios.

Nunca es fácil reunir las palabras y convencerlas de que reunidas, agrupadas, produzcan el milagro de ser hermosas y expresivas. Aún en los momentos en que el idioma fluya sin mayores tropiezos y parece que brilla como un río bajo las luces del verano, las dificultades se presentan, bien sea en forma de palomas negras o caballos embalsamados.

No llegan los nombres de las cosas –sus verdaderos nombres- o llegan retrasados y maltrechos. Y lo que es peor: aparecen a veces con brillo sospechoso, con un esmalte falso que conmueve al principio pero que pronto languidece y se apaga entre sombras y tinieblas.

Con sangre –no con tinta- tal como alguien lo dijo y se sigue diciendo, se escribe mucho y poco queda. Casi nada a la postre se sostiene y logra conservar el equilibrio que de verdad lo es y que tiene un arraigo perdurable en la belleza y el misterio.

Incontables los días que nacen frescos y radiantes y mueren a mitad de la mañana, cuando empiezan apenas a ser tibios y a prometer en formas balbuciente una tarde dorada y codiciada por las golondrinas, los mineros y los joyeros.

Escribir es morir a cada instante, perder batallas a menudo y amasar con derrotas (sobre todo con ellas) un pequeño cadáver victorioso, en apariencia al menos.

Equivocados los que piensan que poner las palabras, unas tras otras, sobre un pedazo de papel, es un juego de niños, una manera de matar el tiempo que nos está matando. E ilusos los que esperan escritos inmortales siempre inmortales y perfectos- porque de arder y arder sólo queda ceniza en abundancia y a veces un diamante diminuto sobre un montón de escombros.
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3 comentarios:

  1. El texto no es fácil escribir me pareció que me enseña que escribir no es quemar tiempo y no es un juego que no es fácil porque nosotros sufrimos mucho, porque barrer cantar, bailar, etc. Es como si fuera un reto porque nosotros no nacimos aprendidos ni nadie es mejor que otro porque todos somos capaces de hacer todo, porque si no lo proponemos lo podemos lograr.


    Paula Andrea Cuevas Salazar.
    604.
    Institución Educativa Atanasio Girardot.

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  2. Me parece que es un texto que quiere decir que ser un poeta no es fácil y requiere un aprendizaje de las letras muy grande y nos ayuda a aprender que solo poner un montón de letras juntas no es aprender a escribir sino que escribir es saber el estudio de las letras y saber cómo conjúgalas.

    Mateo Andrés Saldarriaga Córdoba
    Institución Educativa Atanasio Girardot
    6¬-04

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  3. Me pareció que es un texto súper bueno es entretenido y me gusta mucho el nombre es: no es fácil escribir.
    Juan Sebastián escudero gil.
    Institución educativa Atanasio Girardot.
    6-04

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